martes, 5 de julio de 2011

El pianista.

Hace muchos años nació Noveccento,un niño muy especial en un importante crucero.Su madre lo había abandonado y había sido criado por un trabajador de la sala de máquinas.Su nombre lo había adquirido debido a que había nacido a principios del 90 y así lo decidió Nick , su padrastro.
Noveccento nunca salía del cuarto de máquinas , se pasaba allí las horas , los días, los meses .. y así fueron pasando los años. Él no sabía lo que acontecía a su alrededor pues solo tenía relación con el exterior a través de una ventana pequeña que estaba en el cuarto de máquinas.
El niño tenía una cualidad , se le daba genial la música a pesar de nunca antes haber tomado clases.Un día se sentó enfrente del piano que allí había y comenzó a tocarlo desde la nota más aguda hasta la más grave , con el paso de los días fue adquiriendo un gran prestigio como pianista y decidieron hacerlo pianista del barco .
Nick estaba orgulloso de aquel niño al que había criado como si fuese suyo , estaba sorprendido al ver en lo que se había convertido sin ni siquiera recibir una ayuda previa a pesar de que él le prestaba un gran cariño desde que lo encontró encima de aquel piano cuando tan solo era un crio.Lo admiraba , le llenaba de ternura saber que era una gran persona y sentía que se acercaba el momento de que al desembarcar el barco , Noveccento pisase tierra por 1º vez .
El final del verano se acercaba y con el , la partida de Noveccento. Ahora le esperaba una vida llena de emociones y de descubrimientos porque a pesar de tener los conocimientos más básicos desconocía el resto.No conocía más objetos de los que se encontraban en el barco , ni distinguía más clases sociales de las que en el habitaban.Por supuesto que él no estaba preparado para abandonar la vida que hasta ahora llevaba pero debía hacerlo, Un gran talento como él no podía desperdiciado en un crucero , especialmente en una simple sala de máquinas.Tan pronto como el barco desembarcó , Nick convenció a Noveccento de que tendría que pisar tierra firme y construír su vida fuera del barco, le advirtó que al principio no sería nada fácil pero que se acabaría acostumbrado con el paso del tiempo . El niño así lo hizo , tan pronto como el crucero pisó tierra firme y desplegó las majestuosas escaleras , Noveccento caminó por ellas hacía su nueva vida fuera del barco , una vida llena de sorpresas pero que al fin y al cabo era la que le tocaba vivir.

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